¿Dónde se esconde la Leishmania?
Nuestras ciudades ofrecen hábitats favorables para los flebótomos porque proporcionan temperaturas elevadas y estables durante largos periodos del año, y múltiples lugares donde vivir y reproducirse, con materia orgánica disponible para las larvas.
Un estudio en roedores de parques y alcantarillas de Barcelona mostró presencia de Leishmania en casi la mitad de las muestras tomadas, poniendo de manifiesto que la leishmaniosis no es solo una enfermedad de animales de campo.
¿Has encontrado los 10 flebótomos?
¡El décimo flebótomo es el que no ves, el que consigue esquivar el repelente y el que puede ser portador de Leishmania!
El décimo flebótomo no está en el mapa, ya que es un insecto que pasa desapercibido y que puede llegar a ser muy peligroso porque transmite una enfermedad grave que puede afectar tanto a animales como personas (zoonosis).
La combinación de repelente y vacuna es la máxima protección frente a la leishmaniosis
Debido al cambio climático, el flebótomo está colonizando zonas del norte de la península y de Europa donde antes no estaba presente. Hace diez años, no se conocían casos de leishmaniosis en la cornisa cantábrica en perros que nunca habían salido de la zona, pero ahora es cada vez más habitual.
Además, las altas temperaturas aceleran el metabolismo del vector, incrementando la producción de huevos y la necesidad de alimentarse.