A todos nos ha pasado: estamos sentados, terminando de comer y nuestro peludo amigo, atraído por el olor de la comida, se coloca entre nuestras piernas y nos pide a su manera que le demos las sobras. Al final, se pone tan mono, que claro, accedemos.
Este es un gesto cotidiano y aparentemente inofensivo, pero con el que debemos tener mucho cuidado, ya que puede ser peligroso para él.
¡Veamos por qué!
Hay que entender que los perros tienen necesidades dietéticas diferentes a las nuestras, por lo que algo seguro y hasta sano para nosotros, puede no serlo para ellos.
Estos son algunos de los ingredientes que suele llevar nuestra comida, que pueden ser peligrosos para ellos:
- Aguacate: puede provocar vómitos y diarrea, mientras que el carozo del aguacate puede causar una obstrucción si se ingiere.
- Chocolate: provoca vómitos, diarrea y, en los casos más graves, puede ser mortal;
- Nueces de macadamia: provocan vómitos, debilidad e hipertermia;
- Uvas y pasas sultanas: pueden provocar insuficiencia renal en los perros.
- Alimentos con xilitol: es un edulcorante que puede provocar hipoglucemia y, en consecuencia, insuficiencia hepática.
- Ajo y cebolla: cuidado, contienen una sustancia que puede dañar los glóbulos rojos, puede provocar vómitos, diarrea acuosa o sangre en las heces, lo que indica irritación gastrointestinal o anemia,
Y, por supuesto, las bebidas que contengan alcohol o cafeína: tampoco deben estar al alcance de tu perro.
Es importante ofrecer a tu perro una dieta específicamente adaptada a sus necesidades, nutricionalmente completa y equilibrada, y en las cantidades adecuadas, para prevenir problemas digestivos o gastrointestinales (como diarreas, gases, molestias), sobrepeso u obesidad.
Por otro lado, hay otros alimentos que consumimos habitualmente que pueden ser beneficiosos para ellos, como las manzanas o las zanahorias.