El sangrado de nariz en perros: un signo clínico de leishmaniosis

La leishmaniosis es una enfermedad grave que afecta a los perros y es transmitida por la picadura flebótomos infectados. Esta enfermedad parasitaria puede tener consecuencias severas para la salud de nuestras mascotas, por lo que es crucial estar atentos a los signos clínicos y actuar con rapidez ante cualquier signo de alarma. 

Uno de los signos clínicos menos comunes pero importantes de la leishmaniosis canina es la epistaxis o sangrado nasal. Esta condición se manifiesta en aproximadamente el 10% de los perros infectados y puede ser un indicio clave de la enfermedad. El sangrado nasal en perros con leishmaniosis está relacionado con la formación de micro lesiones vasculares y ulceraciones en la mucosa nasal, resultado de la acción del parásito sobre los tejidos. 

¿Qué tipos de sangrado hay? 

La epistaxis puede variar en su presentación, desde un leve goteo hasta un sangrado más intenso y constante. Es importante destacar que las hemorragias nasales pueden ser un signo clínico más difícil de identificar, ya que puede tener múltiples causas. Entre las posibles causas de hemorragias nasal en perros se encuentran los traumatismos, las coagulopatías, las infecciones bacterianas secundarias y la leishmaniosis. 

La secreción nasal en perros puede manifestarse de forma unilateral (proveniente de un solo orificio nasal) o bilateral (proveniente de ambos orificios nasales). Una secreción unilateral generalmente indica la presencia de un objeto extraño en la cavidad nasal, la formación de o problemas dentales. Por otro lado, una secreción bilateral se observa más comúnmente en infecciones, como la tos de las perreras o infecciones fúngicas, y en inflamaciones de la cavidad nasal. 

¿Cómo saber si el sangrado nasal se debe a la leishmaniosis? 

Identificar la epistaxis como un signo clínico de leishmaniosis requiere una observación cuidadosa y la exclusión de otras posibles causas. Si se observa sangrado nasal en un perro, es esencial acudir al veterinario para un diagnóstico completo. El veterinario realizará una serie de pruebas, incluyendo análisis de sangre y pruebas serológicas, para confirmar la presencia del parásito de la leishmaniosis. 

Además del sangrado nasal, los perros con leishmaniosis pueden presentar otros signos clínicos que acompañan a la enfermedad, como la pérdida de peso, disminución del apetito, caída y debilitación del pelo, crecimiento desmesurado de las uñas, heridas en la piel que no cicatrizan adecuadamente y linfadenomegalia (agrandamiento de los ganglios linfáticos). La combinación de estos signos clínicos junto con la epistaxis puede ayudar a los veterinarios a llegar a un diagnóstico más preciso. 

¿Qué hacer si a tu perro le sangra la nariz? 

Si tu perro sangra por la nariz, lo primero que debes hacer es comprimir suavemente su nariz. A continuación, aplica una compresa helada en la zona para ayudar a facilitar la coagulación. Es importante no poner nada que tape sus fosas nasales, como algodón, gasas, paños o agua. Además, evita darle cualquier tipo de medicamento sin la recomendación de un veterinario. Es importante que contactes con un veterinario y que, tras el contacto inicial, acudas a tu clínica veterinaria. 

En resumen, el sangrado nasal es un signo clínico significativo de la leishmaniosis en perros que no debe ser ignorado. Si se observa epistaxis en una mascota, es fundamental buscar atención veterinaria para determinar la causa subyacente y comenzar el tratamiento adecuado. La prevención de la leishmaniosis, mediante el uso de insecticida tópico con efecto repelente (collares o pipetas) y la vacunación en áreas endémicas, sigue siendo la mejor estrategia para proteger a nuestras mascotas de esta enfermedad.