¡La leishmaniosis también afecta a la piel! Así son los efectos dermatológicos de la leishmaniosis

La presentación dermatológica o cutánea de la leishmaniosis suele ser la forma más común que tiene la enfermedad de manifestarse, llegando a tener una incidencia del 80%. Generalmente, los síntomas físicos típicos incluyen caída del pelo, descamación abundante, o poca capacidad de cicatrización en las heridas. En este artículo, profundizaremos sobre estas señales y cómo se diagnostica.

Tipos de lesiones dermatológicas en la leishmaniosis

En la exploración física de un perro enfermo, se puede observar una amplia variedad de signos clínicos, entre ellos las lesiones cutáneas, las cuales se pueden clasificar en típicas (frecuentes) o atípicas (menos frecuentes).

Lesiones típicas

A continuación te explicamos las lesiones cutáneas más frecuentes en los casos de leishmaniosis:

• La dermatitis exfoliativa se considera la presentación clínica dermatológica más frecuente. Se forma una descamación blanca – grisácea localizada inicialmente en los pabellones auriculares y en la cara, lugar donde se distribuye simétricamente en forma de “mariposa”. Con el tiempo puede llegar a generalizarse
• La dermatitis ulcerativa en los puntos de roce suele afectar a las regiones óseas del carpo y del tarso.
• La onicogrifosis se caracteriza por el crecimiento anormal de las uñas, que también se pueden volver quebradizas y débiles. Es raro que sea el único signo clínico, ya que la mayoría de los perros con leishmaniosis presentan otras lesiones dermatológicas.
• La dermatitis papular: aunque no está demostrado, las lesiones podrían aparecer en el lugar donde ha picado el vector (flebótomo), causando una respuesta cutánea en forma de pápula. Esta con los días, acaba ulcerándose en su zona más central y cubriéndose por una costra.

Lesiones atípicas

Te decimos las lesiones cutáneas más infrecuentes en los casos de leishmaniosis:

• La dermatitis ulcerativa. Incluye úlceras en el dorso de la nariz, lesiones erosivas y ulcerativas en las uniones mucocutáneas. Puede observarse también en zonas como las puntas de las orejas, la cola, los dedos y las almohadillas sobre todo asociado a problemas vasculares.
• La dermatitis nodular. Son nódulos de tamaño variable, de 1 a 10 cm aproximadamente, cubiertos de pelo y en ocasiones con úlceras, que se encuentran generalmente en la cabeza, el tórax y las extremidades.
• La dermatitis pustular. Las pústulas pueden estar asociadas también a la presencia de pápulas eritematosas y collaretes epidérmicos. Se distribuyen simétricamente por toda la superficie del cuerpo. El picor asociado a estar lesiones suele ser variable.
• La alopecia multifocal. Se observan zonas desprovistas de pelo en diferentes partes del cuerpo.
• La hiperqueratosis nasodigital. Presencia de escamas grisáceas, gruesas y secas, muy adheridas a la trufa o cojinetes plantares que se acompañan, en algunos casos, de fisuras profundas que pueden ser dolorosas.

¿Cómo se diagnostica la leishmaniosis cutánea?

Más allá de las manifestaciones dermatológicas, en el momento de hacer una exploración se puede encontrar un aumento del tamaño de los ganglios linfáticos.

Para corroborar el diagnóstico de leishmaniosis cutánea, el/la veterinario/a puede tomar una pequeña muestra de la piel para realizar una biopsia del tejido y buscar la presencia del parásito en la piel.

• Además de la búsqueda del parásito en la piel, el veterinario tomará una muestra de sangre para realizar otras pruebas complementarias y valorar la respuesta inmunitaria que está tendiendo el animal frente a la parasitosis.

En caso de tener dudas o necesitar información más detallada sobre la enfermedad de la leishmaniosis, puedes visitar nuestro apartado de consejos de prevención o consultar con tu profesional veterinario/a de confianza. También puedes seguirnos en Instagram para no perderte nada sobre contenido canino.