Leishmaniosis canina: una zoonosis que puede afectar tanto al hombre como a los animales

Según la Organización Mundial de la Salud, la zoonosis es una enfermedad que puede transmitirse de forma natural de animales a seres humanos. Estas enfermedades representan un gran porcentaje de todas las enfermedades infecciosas identificadas. Algunas de ellas, en un principio, pueden ser zoonosis, pero luego mutar en cepas exclusivas de los humanos. Ejemplos de esto incluyen el COVID-19, la Salmonelosis y el Ébola. 

¿Cómo se transmite la zoonosis?

Las formas de transmisión varían según la enfermedad. Sin embargo, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha clasificado las zoonosis en dos grupos: 

Zoonosis no alimentarias: se transmiten por contacto directo. Ejemplos de esto son la rabia, que puede transmitirse a través de una mordedura de un animal enfermo, y la leishmaniosis canina, que se propaga a través la picadura del flebótomo, entre otras enfermedades transmitidas por garrapatas y el contacto con aves. 

Zoonosis alimentarias: se transmiten a través del consumo de alimentos contaminados. Su origen radica en bacterias y parásitos presentes en la carne de animales, especialmente cuando esta no ha sido manejada adecuadamente.  

Métodos de prevención

Para prevenir la propagación de zoonosis, existen varios métodos efectivos: 

1. Desparasitación: tanto interna como externa de los animales, así como la limpieza del entorno en el que se encuentran, evitando aguas estancadas y la proliferación de hongos microscópicos. El control médico de los animales también juega un papel fundamental en este enfoque preventivo. 
2. Vacunación: las vacunas representan la principal medida preventiva en el control y erradicación de las zoonosis. Varias enfermedades zoonóticas, como la rabia y la leishmaniosis canina, pueden prevenirse a través de la vacunación. 
3. Bioseguridad: además del cuidado de los animales domésticos, las exportaciones ganaderas deben adoptar medidas de bioseguridad para reducir el riesgo de infección o propagación de enfermedades zoonóticas. Estas medidas incluyen el registro de visitantes, el uso de equipos de protección personal, una estricta desinfección y métodos de aislamiento seguros en caso de un brote. 

Es fundamental reconocer que el cuidado y la higiene en la relación entre animales y personas debe ser prioritario. Abordar la zoonosis requiere una colaboración global para garantizar la salud y la preservación de todas las especies en el futuro. La leishmaniosis canina, como una zoonosis transmitida por vectores como los Flebotomos, es un ejemplo claro de cómo estas enfermedades pueden afectar tanto a los animales como a los seres humanos, enfatizando aún más la necesidad de medidas preventivas efectivas y la concienciación sobre su importancia.